domingo, 19 de mayo de 2013

MANOLITO GAFOTAS


MANOLITO GAFOTAS

POBRE MANOLITO

ELVIRA LINDO

Avances de la lectura:



Capítulo 10: La novia de España.

En este décimo capítulo, Manolito Gafotas es bastante optimista, aunque hay ciertas personas que consiguen ponerle nervioso, como Yihad, que siempre termina ganándole todos los tazos que le compra su abuelo. Dentro de un rato, se le acercó la Susana Bragas-sucias y le dio un papel en el que ponía: ”Gafotas”, y le dice literalmente que “has sido elegido entre muchas personas para celebrar conmigo mi cumpleaños el próximo lunes”. Además le dice que “no te machaques el cerebro para elegirme el regalo; he pensado que es más cómodo que me des el dinero. ¡No hables con nadie de eso!”. Manolito se quedó con la boca abierta y tenía muchas ganas da contárselo a alguien, así que decidió decírselo al abuelo. Le pidió mil ptas. y se los dio, más otras mil que tenía así que le podía dar a Susana dos mil.
Manolito se rompió el chándal su madre fue a comprarle uno y encontró una oferta en la que le regalaban un montón de chándals de las Tortugas Ninga.
Cuando llegó el día del cumpleaños, Manolito se puso el Chándal de las Tortugas Ninja y se peinó al estilo Super Mán, cogió las 2.000ptas. y se fue a casa de Susanita Bragas-sucias. Cuando entró vio que ahí estaban Yihad, El Orejones, Arturo Román, Paquito Medina, Oscar Mayer… y todos vestidos igual, con el chándal de las Tortugas Ninga. Todos dejaron los sobres con el dinero encima de una mesa y se fueron al parque del Ahorcado. Luego más tarde bajó Susana con todos los sobres y dijo devolviéndolos: “Me habéis fastidiado el Walkman que tenía pensado comprarme”. Después de lo que acababa de decir, los demás se sintieron mal y decidieron comprarle un Walkman reuniendo el dinero. La Susana no era la novia de Yihad ni de nadie, era la novia de España.

Capítulo 11: Supermán Olito

La madre de Manolito y la Luisa estaban encantadas con que el lunes echasen Súper-mán. Pero no era porque le fuesen a ver, si no que se podrían marchar a probarse bañadores al Alcampo.
Cuando se marcharon, dieron un portazo, y allí estaban Manolito, el Imbécil, el chupete y el azúcar delante del televisor viendo SM. Hasta que se fue la emisión. Entonces  se asomaron a la ventana y vieron que el cielo estaba negro y llovía piedras. Manolito tragó saliva y tomó una gran decisión: sería Manolito el Protector, Supermán-Olito, cogió a su hermano en brazos y le soltó un discursito. Cuando este lo termino el Imbécil comenzó a llorar y como la habitación estaba cada vez más oscura, fue a encender la luz pero como Supermán, los había abandonado. Después, se volvieron a sentar en el sofá y mojaron en el azúcar. El agua estaba empezando a entrar por la ventana y cada vez tenían más miedo. Se levantó para cerrar la ventana, pero vino un golpe de viento y éste se estrelló y se rompió. Supermán-Olito en un momento de desesperación llevó a su hermano y al azucarero al armario de sus padres y desde dentro cerraron. Estuvieron llorando pero como tenían el azúcar se fueron consolando poco a poco. Al cabo de un rato se escucharon los tacones de sus madres, hasta que la Luisa abrió el armario. Para sorpresa de Manolito su madre no le regañó, a cambio de no contarle a su padre que habían estado solos durante la tormenta.


Capítulo 12: La tía Melitona

Un día, la sita Asunción entró en la clase con una caja enorme de cartón. Todos preguntaron qué había en la caja pero la sita no hizo caso y se dio la vuelta para escribir en la pizarra. La sita se volvió a dar la vuelta y dijo que iban a dedicar una hora para ensayar una canción para el festival de fin de curso. Cuando terminó de hablar, abrió la caja y de ella sacó un tambor, una pandereta y una botella de anís del Mono.
A Yihad le dio el tambor (a base de amenazas), a Manolito la botella de anís y al Orejones la pandereta. Cuando comenzaron, Yihad se mosqueó porque se escuchaba mas la pandereta del Orejones que su tambor por eso le tirón un palo. Pero el Orejones se agachó y le dio a las gafas del Gafotas y se le cayó la botella de Anís, Por eso, el abuelo tuvo que beberse una botella entera de anís.
A la semana siguiente, la sita decidió pasar a la 2ª parte: el baile. La sita se emocionó tanto que comenzó a bailar una especie de jota pegando unos enormes saltos. Hasta que al pegar un salto no encontró los pies y se cayó. Se rompió la cadera. Hace dos semanas que no va a clase por lo que el Sr. Solls cuida a los delincuentes.
Esta misma tarde el abuelo, Manolito y el señor Solls fueron a verla y le llevaron flores y una caja de bombones. Luego le dijeron que cerrara los ojos y en un one, two, three todos comenzaron a actuar. Allí fue toda la clase, hasta que se despidieron con un: ”Bueno, delincuentes, a ver qué hacéis en mi ausencia.



Capítulo 13: La tía Melitona el retorno

En este capítulo, la sita volvió y llevaba un bastón e iba arrastrando una pierna. El señor Solls le explicó a la clase de Manolito que ésta estaba muda a causa del tubo que le metieron en la garganta para que no se ahogara en la operación.
Como siempre que mandaba deberes, la clase comenzó a hablar. A los diez o quince minutos el director entró en la clase y pegó un chillido. En este momento, la clase se dio cuenta de todos los puntos negativos y de todas las advertencias que había escrito la sita. La sita se había ido al día siguiente volvió. Hizo lo mismo del día anterior, mandó la tarea por escrito, pero cuando la clase comenzó a hablar, la sita no escribió nada en la pizarra. Al rato se escuchó un gran pitido. Era un silbato. Cosa que no le gustó a Yihad, que junto a Manolito Gafotas, el Orejones, Arturo y Paquito decidieron quitarle el garbanzo del pito de la sita Asunción. El plan se efectuaría durante el tiempo de recreo.
Cuando el recreo terminó se pusieron a escribir y a hablar. Primero se pusieron a hablar, en un toro normal, como siempre, y luego se pusieron a gritar como siempre. La sita se fue al centro de la clase, cuando se llevó el pito al centro de la clase, cuando sopló con todas sus fuerzas y cuando este no sonó, puso sus ojos en Yihad.
La sita no pudo contenerse y pegó el grito más fuerte de su vida, entonces el director entró en la clase y la soltó unas cuantas indirectas a la sita.
Cuando éste se fue la sita habló con Yihad y le dijo que volviese a dejar el garbanzao en el pito. Cuando lo puso entonces le dijo: ”…será mejor que te lo quedes”.
Ahora Yihad no deja a nadie en paz, ya que la sita le ha regalado su pito.

Capítulo 14: La banda de los pies sucios

La tarde de aquel sábado histórico estaban en casa del Orejones viendo una película Yihad, Arturo Román, Paquito Medina, el Orejones, Manolito y el Imbécil. La película trataba de unos niños y un perro que forman una pandilla e investigan casos criminales. A Yihad se le ocurrió formar una parecida que se Llamaría la banda de Los Pies Sucios (el nombre de la banda se le ocurrió a Manolito). Solo les faltaba el perro por lo que la Boni serviría (que es la perra de la Luisa). Manolito fue nombrado Tesorero.
La primera misión especial fue echar a los tíos del I. Baronesa Thyssen del parque del Ahorcado, que habían tomado el parque como un campo de fútbol. Cuando fueron al parque del Ahorcado, esperaron hasta que llegasen los del Baronesa y jugasen al fútbol. Cuando llegaron y comenzaron a jugar, la banda de los Pies Sucios se interpuso en su camino… hasta que le dieron un buen pelotazo a Yihad y se cayó al suelo.
Entonces el jefe anunció la retirada. A Yihad ya no le gustaban este tipo de bandas por lo que anunció que a partir de ese momento serían la Asociación Cultural Pies Sucios.
A la tercera semana ocurrió algo extraño y es que cada día faltaba más dinero.
No pudieron comprar casi nada. Pero Manolito se libró del castigo del jefe porque el Imbécil compartió su bolsa de chucherías con todo el mundo. Pero cuando estas se agotaron, Yihad pidió explicaciones a Manolito. Estaba Manolito a punto de recibir su castigo, cuando el imbécil dijo: ”El nene compra con el cerdo”. Dicho esto, se sacó un montón de monedas del bolsillo. Se comieron el resto de las chucherías, vieron una peli y disolvieron la asociación.

Capítulo 15: La boni

La Luisa le pidió a la madre de Manolito que se quedara con su perra, la Boni. La Boni es un cruce de chuchos y tiene la cabeza y el cuerpo muy gordos y las patas delgadas. Este perro no es como los demás, y es que solo come bombones y solomillo, es muy exquisita.
La madre de Manolito le dijo a la Luisa que sí, que se quedaría con su perra el fin de semana, aunque no la hacía mucha gracia ya que esta le arruinaba con las comidas.
El viernes por la noche ya estaba la Boni con ellos. Cuando la madre de Manolito se acostó, este cogió a la Boni y le puso en los pies de su cama y del abuelo. Cuando despertaron se encontraron a la Boni dentro de la cama con la cabeza apoyada en la almohada.
Desayunaron super-rápido, como tenían que sacar a la perra a pasear… La llevaron al parque del Ahorcado el Imbécil y Manolito y na vez allí, soltaron a la perra. Se descuidaron por un momento y, “¡no vieron a la Boni!. La buscaron hasta por la puerta de la cárcel, fueron a buscarla a la Porfiría y el... Tropezón ¡ Allí estaban la perra y el abuelo, desayunando café con gambas.
La verdad es que es una perra bastante exquisita.

Capítulo 16: La boni va a la escuela

Todas las mañanas en la escalera de Manolito se arma una buena y todos los días el vecino del cuarto chilla por el escándalo que lían cuando Manolito va a la escuela.
Como siempre se lleva un bocadillo de chopped, la Luisa baja a despedirse de él y a darle un huevo Kinder para quitarle el sabor a chopped. Y como siempre baja la Boni con ella…
Un día cuando le estaba dando el Kinder y le dio las gracias se marcho al colegio, pero con una diferencia, que la Boni lo estaba persiguiendo.
Este le persiguió hasta la escuela y entró en ella. Subió las escaleras anduvo por todo el pasillo y se coló en la clase de Manolito Gafotas junto a éste y su amigo el cerdo traidor, el Orejones.
La clase de Manolito le hizo una cuna a la perra con las mochilas… Todo fue perfecto hasta que la sita Asunción se cambió las gafas de cerca para ponerse las de lejos y ahí fue cuando vió a la Boni,, pero, por suerte no tuvo tiempo de chillar, ya que entró la Luisa en la clase y se llevó a su Boni dándole las gracias a todo el mundo. .

Capítulo 17: Una mentira piadosa

Lo único malo de que lleguen las vacaciones, es que con ellas llegan las notas y los suspensos.
Llegaron las vacaciones y la hora de recoger los boletines. Como el Imbécil estaba malo, la madre de Manolito no pudo ir a recogerlas por lo que va a ir el abuelo, por suerte de Manolito. Cuando llegaron al colegio, en el pasillo ya se encontraban Yihad, el Orejones, la Susana, Paquito Medina, Arturo Román y otros que no conocemos.
Llegó el turno del Orejones y entró solamente la madre porque este decía que la entrega era una escena muy emotiva. Le quedaron tres. Yihad ya había recibido las suyas, por lo que estaba saltando, demostrando que había aprobado gimnasia, aparte de plástica y religión(que según él, es una asignatura muy difícil). Por fin llegó el turno de Manolito, y la sita le dijo a su abuelo que era un niño muy vago y que no hacía otra cosa más que hablar e ir al parque del Ahorcado, por lo que había suspendido matemáticas.
Manolito comenzó a llorar, y su abuelo le dio un pañuelo para que se limpiase los mocos y se secara las lágrimas.
Ya estaban en la puerta del Tropezón cuando salió Ezequiel y le preguntó que le pasaba, este le contestó y subió para su casa. El abuelo se quedó en el bar para tomarse un tinto de verano. Subió las escaleras y se encontró a la Luisa que abrió la puerta justo cuando este pasaba por ella. La Luisa, para consolarlo, le dijo que en su casa tenía una cama y una casa en la que poder vivir si la necesitase.
Cuando la Luisa se metió en su casa Manolito subió tres escalones y se paró esperando a que llegase su abuelo del Tropezón. Cuando el abuelo subió, Manolito pudo darse cuenta de que su abuelo se había tomado cuatro tintos de verano. Como el abuelo ya había llegado, ya podía subir a su casa. La madre de Manolito se limitó a decir que lo sabía y que lo sabía. Comenzó a decir que le había fastidiado las vacaciones y se puso a llorar el Imbécil, luego el abuelo, y después Catalina(que sino lo sabías es la madre de Manolito). Así, todos se pusieron a llorar. Manolito se marchó a su cuarto, y al cabo de un rato fue para allí el abuelo que le dijo que él y su madre, habían acordado no decirle nada al padre de Manolito hasta que la aprobase en septiembre con buena nota. También le dijo que le dirían que no es una mentira podrida, sino que sería una mentira piadosa.

Fàtima Zghouri Azzouzi.

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